El turismo de cementerios
Existen muchas formas de viajar. Tantas que el concepto de necroturismo, conocido como el turismo de cementerios, está empezando a hacerse hueco en la agenda turística de muchos españoles. Muchos cementerios de la geografía española se han convertido en un reclamo turístico por ser considerados arquitectónicamente como patrimonio histórtico, artístico y cultural. Hoy en Funerarias Navas reseñamos los más destacables. Veamos hoy un singula itirinerario turísico por aquellos camposantos que aúnan historia y cultura en España.
Cementerio de San José de Granada
Enclavado en la Dehesa del Generalife, forma parte del conjunto histórico, monumental y paisajístico de la Alhambra. En su interior, aloja las tumbas de personalidades relevantes en el ámbito cultura, social, político y económico. Su arquitectura funeraria acoge importantes esculturas del siglo XIX, XX y XXI realizadas por importantes artistas españoles e internacionales.
Cementerio de Ciriego en Santander
Con una superficie de 180.000 metros cuadrados, el Cementerio de Ciriego cuenta con 132 años de historia y de una gran riqueza patromonional. Ofrece al visitante una diversidad de panteones, sepulturas y monumentos. Tanto es así que este camposanto santanderino fue uno de los finalistas en las categorías de “mejor monumento arquitectónico funerario” y “mejor escultura” en el Concurso Cementerios de España.
Cementerio barcelonés de Montjuïc
Es la ciudad de los muertos, del silencio, de la miniaturaa. Proyectado hacia el mar y enclavado en una montaña, la necrópolis de Barcelona es considerada como una gran obra funerarias de gran valor. En ella descansan personalidades de la sociedad española importantes como el pintor surrealista Joan Miró.
Camposanto de La Almudena
Digamos que no es un camposanto cualquiera sino un museo urbano lleno de obras de arte, historia y leyendas de 131 años. Cuenta con las sepulturas de 146 personajes ilustres como Pablo Iglesias, Largo Caballero, Pi y Margall, Dolores Ibárruri Gómez, «La Pasionaria» y, entre otros, Blas de Otero.
Cementerio del Fin del Mundo
Laico, moderno, solitario y desprovisto de símbolos. Fuera de lo común, de lo que entendemos como un cementerio convencional. Así es obra funeraria del artista César Portela. Una necrópolis ubicada en Finisterre que no tiene difuntos y reconocido como el cementerio más valorado del planeta. Cuenta con 14 cubos de granito orientados hacia el mar desde el acantilado. Es considerada como una de las mejores obras funerarias del mundo por Oxford y alabado en unas 50 publicaciones especializadas.