Los elefantes también lloran
La muerte es algo que incumbe a todo ser vivo en este planeta: plantas, animales y personas. Pero ¿te has planteado alguna vez si somos los únicos que decimos adiós?
Cyntia Moss tiene la respuesta. Es etóloga y ha estudiado el comportamiento de una manada de elefantes africanos durante más de 30 años. Hoy en Navas Funerarias os hablamos de los ritos funerarios de esta especie animal y de cómo rinden su particular homenaje póstumo.
Su investigación ha demostrado que los elefantes “muestran especial interés por los huesos y restos de otros ejemplares de su especie, a diferencia de la mayoría de animales, que no marcan de manera especial la muerte de otros individuos”. Es decir, son capaces de reconocer los huesos de otro ejemplar de la misma especie aunque lleven años muertos.
Su comportamiento es detenerse ante el cadáver, acercar sus trompas para olerlo y palparlo. A continuación mueven los huesos y en ocasiones, les arrojan tierra y hojas sobre sus restos.
También han podido observar que cuando fallece una cría, su madre permanece junto al cadáver varios días e intentar transportarla consigo con ayuda de la trompa.
Si muere un adulto, tratan de levantarlo y permanecen a su lado hasta que sus restos quedan en putrefacción.
Si fallece la matriarca, el núcleo familiar puede llegar a romperse y por lo tanto, el grupo se separa.